Esta práctica nace hace casi 10 años cuando terminé de acreditarme como profesora de Voz Linklater con mi maestra, Kristin Linklater en el 2015.
Es un entrenamiento orgánico, psicofísico y vocal donde aprendes a liberar tu voz natural, relajar tu diafragma, conectar íntimamente con tu emoción y enraizarte en tus impulsos más profundos a través de tu aire. Tienes el espacio para desarrollar y amplificar tu vibración por todo tu cuerpo para verter todo ese potencial en la palabra. La palabra encarnada. Ya sea en forma de un poema escrito por ti, un soneto, un texto, o una canción.
De ahí el nombre, la voz en el cuerpo, porque no es solo un trabajo técnico vocal donde nos centramos en la garganta, cuerdas vocales y aislamos el resto del cuerpo. Nada de eso, el cuerpo está más que presente, puesto que la voz viaja a través de él. La imaginación juega un papel importante al igual que el ingrediente de la creatividad. No es una técnica aislada del ser humano como ser creador y ser expresivo por naturaleza.
Además están muy presentes otras disciplinas como la danza o el movimiento, el teatro y la terapia gestalt. En concreto la técnica Michael Chejov hace un perfecto maridaje con la técnica Linklater. Ambas entienden el cuerpo como un todo, buscan la máxima capacidad de expresión sin tensión y sirviéndose del poder de la imaginación.
Este brebaje tiene el gran hilo conductor sobre el que se asienta todo mi trabajo, que es la metodología Linklater.
