El nervio Vago y la Voz
Llevo unos meses interesada en el cerebro en relación al cuerpo y la teoría polivagal ¡Tantos años solo atendiendo al cuerpo, su anatomía y movimiento!!!!!
Os comparto mis descubrimientos de la cantidad de BENEFICIOS que trae el trabajo de LA VOZ que yo imparto, desde la perspectiva Linklater. ¡Cuánto me estoy acordando de ti, Kristin!
Esta imagen es “El humunculo de Penfield” como nos ve el cerebro. Cada parte del cuerpo tiene su lugar en el cerebro. Pero no todo se representa igual.
Las Manos, en concreto el dedo pulgar, la cara (lengua y labios) y la cuenca de los ojos son las partes que más ocupan en el cerebro. Así que imagínate lo bien que viene, cuando exploramos con nuestra voz y cuerpo. Empezamos relajando todas las tensiones innecesarias de nuestro cuerpo, las liberamos. Y en la cara también: relajamos los labios, músculo masetero, la lengua, el entrecejo: y ahí activamos, especialmente la corteza prefrontal y la amígdala * (almendrita, estructura del sistema límbico, relacionada con la emoción, responde al peligro y al estres) se relaja.
Liberamos la respiración, reunimos vibraciones en los labios, murmuramos… esto especialmente le da tono al nervio vago, ese que vagabundea por el cuerpo, dándole la información al cerebro de lo que pasa en los intestinos. Pero antes de volcarle la información, lo proyecta sobre los músculos de la cara que sabrán antes que el cerebro que está pasando abajo entre los órganos.
La manera en la que exploro la voz, está bañada en suspiros de alivio. Y sobre todo placenteros, recurrimos a la IMAGINACIÓN para traer sensaciones placenteras y gracias al placer generado seguimos dándole vacaciones a la Amígdala. Y si ya todo esto es en grupo con otras mujeres y hombres sonando y aliviando, nuestros sistemas nerviosos autónomos se contagian y se tonifica la vía vagal ventral al conectarnos los unos con los otros.
Y todo esto no es otra cosa que estar prestando atención a las sensaciones de nuestro cuerpo, sin juzgarlas, observándolas!!!!!!
Y fijaros la cantidad de cosas buenas que trae:
Reduce la amígala también, y fortalece la corteza frontal, de modo que podemos regular nuestras emociones cuando nos desbordan, la ansiedad, terror, angustia, miedo… nos anclamos en el cuerpo. Cuerpo-ancla.
Así agrandamos la única carretera que va del cerebro al cuerpo, afectándolo. Podemos cambiar un poco la historia de la que venimos, con respuestas menos autónomas.
Vamos dándole caminos nuevos al cerebro para sustituir a los más conocidos.
* La Amigdala, con forma de almendra, pequeñita, situada en lo más profundo de los lóbulos temporales del cerebro. Es una estructura del sistema límbico y es la que responde en situaciones de peligro y también de estrés. Muy relacionada con las emociones. Se suele hacer grande con tanta activación y hoy en día suele estar pluriempleada con esta manera de vivir tan acelerada.