La obra, es una pieza tragicómica inspirada, hábil, bien armada, con diálogos naturales, expresiones certeras y perfiles bien observados de personajes, de la clase media española, envueltos en lances inesperados y tensión creciente, donde van aflorando los secretos y sospechas de la implicación en distintas formas de corrupción. El montaje, que responde perfectamente a las ideas del texto, está inundado de humor irónico sobre la indecencia que viven hoy día esos personajes, y todo recreado en una excelente atmósfera de cotidianidad enredada de deseos, intereses y miserias que laten en una serie de tensas situaciones domésticas. La técnica sigue siendo cada vez más depurada en la dirección de actores, donde Amaya vuela a gran altura cohesionando la acción, unificando el estilo, matizando la dicción, armonizando el conjunto de modo progresivo y enriquecedor.
Dirección y Dramaturgia: Eugenio Amaya.
Ayudante de dirección: Jorge Moraga.
Actores: María luisa Borruel, Quino Díez, Elías González, Francisco Blanco, María Bigeriego y Beli Cienfuegos.